Robert Walser - Jakob Von Gunten

 

Una obra con dos nombres en portada. Uno de ellos es el del autor, porque los autores tienen el vicio de poner el nombre en la primera página de todo lo que hacen, como si a alguien le importara. El otro es el de Jakob von Gunten, protagonista de esta curiosa historia ambientada a principios del siglo XX en un Instituto alemán especializado en formar sirvientes.

Jakob es un joven de familia pudiente y aristocrática, que en un giro pocas veces visto decide que la vida de opulencia no es para él y escapa de su casa para apuntarse a un centro donde le enseñen lo que realmente quiere hacer en su vida: Servir. Podría dedicarse a montar a caballo, ir a socializar al teatro e incluso podría permitirse comprar un piso sin necesidad de quitarse la cuenta de Netflix, pero no le interesa eso. A él lo que le llama la atención es dejar atrás el lujo y hacerse mayordomo.

El instituto al que llega es un sitio extraño. Más que un centro educativo es un anexo dentro de una casa propiedad del director de la escuela y su hermana, que son en apariencia el único personal de la escuela. La mujer es la que imparte todas las clases, enseñando a afrontar cualquier situación social que un sirviente necesita conocer, valiéndose de recursos de los que hoy llamaríamos ‘de la escuela finlandesa’. Representan obras de teatro, cantan y hasta hacen una especie de cosplay turbio.

El libro, casi una comedia con toques oníricos inesperados y tendencia al surrealismo, crea el conflicto entre la simpleza y el lujo. Jakob no quiere la responsabilidad de ser una persona relevante y seguir la estela de éxitos de su familia, aunque cada vez que puede posturear con la alta sociedad de Berlín lo disfruta. Él dice, eso sí, que prefiere ser un sirviente y vivir una vida humilde sin que nadie advierta su existencia. Es decir, una idea que solo podría ocurrírsele a alguien que sabe que, en cuanto se canse de ser humilde y explotado, podrá pegar una llamada a casa para que le manden unos miles de francos suizos y dejarse de chorradas volviendo a vivir de rentas.

Jakob von Gunten es, quizás, el heredero pijo de Bartleby. Un libro entretenido, con episodios graciosos e inquietantes por igual.

 VALORACIÓN:


 

Rubén Pedreira

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