Sorpresas del Universo: 55 Cancri e, un mundo de diamante

 

Modelo generado computacionalmente del planeta 55 Cancri e (f)

Si algún día el viaje interestelar y la minería planetaria se convierten en actividades fácilmente desarrollables tengo claro cuál sería mi primer destino. Cogería mi nave y me plantaría antes que nadie en un planeta que orbita a una estrella algo más pequeña que el Sol a unos 41 años luz de distancia de aquí. Ese planeta se llama 55 Cancri e, y tiene una particularidad todavía no confirmada pero que suena muy llamativa: Podría estar formado, en gran parte, de diamante.

Ícono

¿Sabías que?

El nombre de 55 Cancri e proviene de la convención utilizada para nombrar exoplanetas, basada en combinar el nombre de la estrella a la que orbita (55 Cancri) y la letra e, la quinta del alfabeto, que nos dice que fue el quinto planeta descubierto en ese sistema estelar.

Hay que tener muy claro que la palabra 'podría' es importante. Nuestra tecnología no da todavía para poder confirmar la abundancia de diamante, pero sí para encontrar hipótesis que encajen con las observaciones que sí están confirmadas. Cuando en 2011 se observó un tránsito del planeta sobre su estrella, los resultados que se pudieron calcular para la densidad y la carencia de hidrógeno observado en su espectro llevaron a teorizar que podría ser un planeta formado en gran parte de carbono. Se cree también que es un planeta rocoso y esa proporción inusualmente alta de carbono que se le asigna se junta con las condiciones extremas que tendría un planeta de sus características haciendo pensar que su estructura sólida podría componerse de diamante hasta en un tercio de su masa [1]. Las condiciones extremas se basan en el hecho de que está peligrosamente cerca de su estrella (la orbita por completo en solo 18 horas) y eso conlleva unas temperaturas muy altas generando una gran cantidad de presión en las capas internas. Es decir, juntando esto con las altas concentraciones de carbono tiene justo lo que gusta a los diamantes para aparecer. Y no solo en la parte rocosa del planeta, sino que incluso podrían llover diamantes.

Eso sí, los posibles mineros tendrán que enfrentarse a un problema bastante incómodo: Las altas temperaturas habrán hecho que, en el caso esperado de ser realmente un planeta sólido, la superficie sería un océano gigante de lava. Escollos que se puede encontrar cualquier minero intergaláctico y que estoy seguro de que cualquiera capaz de llegar allí con una excavadora será capaz de solventar.

Sea como sea, es importante resaltar de nuevo que esto es solo una teoría plausible dentro de los modelos teóricos. Quizás cuando se pueda observar directamente, en algún momento remoto del futuro, nos encontremos con un panorama mucho más decepcionante. De hecho, existe algún estudio que afirma que la estrella que orbita este planeta no es tan rica en carbono como se creía al principio y por ello no habría tanto diamante como se teorizó inicialmente [2]. En todo caso, por el momento podemos soñar con la posibilidad de un planeta en el que tener un diamante es una cosa totalmente normal, siempre que consigas sobrevivir a sus condiciones extremas.

[1] space.com - Super Earth Planet Likely Made of Diamond

[2] Astronomy - Diamond “super-Earth” may not be quite as precious as once thought

Rubén Pedreira

No hay comentarios:

Publicar un comentario