Guía para la vida del escritor confuso (5): 'Me habría gustado escribir una novela, pero no se me da bien escribir'

 

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"Me habría gustado escribir una novela, pero no se me da bien escribir"

Quizás esto no debería estar en una guía para escritores confusos, sino en una guía para no escritores confusos. Para no escritores increíblemente confusos, más bien. Pero decidí meterlo aquí porque algo muy común si te dedicas al noble arte de ir acumulando párrafos uno debajo de otro hasta crear un libro es el acostumbrarte a escuchar, con más frecuencia de la debida, la frase que aparece en el título de este artículo. Hay una cantidad ingente de personas a las que habría encantado tener una novela firmada con su nombre, pero que rechazaron intentarlo por un inconveniente irremediable: "No se les da bien escribir".

Es curioso, pero el porcentaje de gente que piensa que escribir bien es un don divino es prácticamente del 100% entre la gente que no se animó a empezar a hacerlo. Y creo que todos los que sí nos animamos estaremos de acuerdo en que de don divino tiene poco y de trabajo para ir mejorando a su debido ritmo tiene casi todo. Hay quien trae de serie alguna facilidad para redactar bien, que pilla a la perfección el uso de los signos de puntuación, sabe darle cierto ritmo a lo que escribe y tiene un buen diccionario de sinónimos y antónimos en la cabeza que le permite usar palabras elegantes de vez en cuando. Pero de ahí a llegar a un punto en el que, sin trabajar mucho su estilo, puedan decir que "saben escribir bien" desde un punto de vista literario hay un par de abismos.

Conservo algunas de las primeras cosas que escribí cuando me animé a dar los primeros pasos en esto de crear historias con sentido. Están redactados de una manera más o menos coherente, con los puntos donde deben ir, las comas casi en su sitio y con sus complementos directos e indirectos en orden. El hecho de que ahora escriba bien o mal es subjetivo, pero si algo puedo asegurar es que aquellos textos eran mil veces peores que cualquier cosa que pueda perpetrar en este momento. La redacción no era lamentable en aquellas obras de novato, es cierto, pero es que redactar es solo la parte más fría y académica de escribir, la parte que cualquiera puede aprender bastante rápido solo con tomárselo en serio. Es como aprender a conducir, un primer paso necesario que con mayor o menor brillantez consiguió tanto Fernando Alonso como tu vecino José Luis. El global de lo que conlleva el concepto de 'escribir', cosas como el ritmo, la expresividad o la imaginación, es lo que necesita tiempo y mucha práctica. Y puedes tener un talento oculto para ello incluso si partes de una base mala de redacción, porque son conceptos distintos.

La frase debería reformularse de otra manera. "Me habría gustado escribir una novela, pero me apeteció más probar a hacer otras cosas" es la forma adecuada de expresarlo. Si de verdad te gustaría escribir una novela, ponte a ello sin prejuzgarte. A nadie se le ocurriría decir "Me habría gustado ser astronauta, pero no se me da bien flotar por el espacio" sin haber hecho más esfuerzo por conseguirlo que ver Interstellar. La escritura es lo mismo, una actividad para la que hay que formarse con tiempo, paciencia y constancia y que no se sabe lo que deparará hasta que te subas a tu nave espacial real y te caigas en el agujero negro de tiempo que supone juntar letras. 

AXIOMA 5:

Si no escribes porque piensas que no se te da bien escribir, tengo buenas noticias para ti: Tú también podrías ser un escritor confuso si realmente te lo planteas. Para ello solo necesitas voluntad real, tiempo y constancia. En el mejor de los casos, verás que se te da mucho mejor de lo que pensabas. En el peor de los casos, verás que aprendes a hacerlo mejor de lo que lo hacías. Si no te apetece tanto darte una oportunidad literaria, simplemente replantea la frase de otra manera, porque puedo garantizarte que el talentoso escritor al que se la estás diciendo empezó de una base en la que tampoco sabía escribir bien. No pienses que la escritura es una cuestión genética, tiene mucho trabajo y paciencia detrás.

Rubén Pedreira

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