Guía para la vida del escritor confuso (3): Sospecha siempre de la rapidez en el mundo editorial

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"¡Esta novela llena de faltas de ortografía que me enviaste es increíble, lo mejor que leí en mi vida, y quiero publicarla ya mismo!"

Terminas tu primera novela. O tu segunda novela. O tu quinta novela, da igual qué posición dentro de tu prolífica creación literaria ocupe el manuscrito que acabas de finalizar, pero el problema es que no tienes mucha experiencia con el mundo editorial. Quizás hayas escrito decenas de historias antes, pero si por lo que sea nunca entraste en ese lío tan curioso que es la búsqueda de alguien que te publique necesitas saber esto: El mundo editorial no es un lugar seguro, es arriesgado adentrarse solo.

Te daré una norma general que puede parecer contraintuituva, pero que te salvará de muchos apuros en tus primeros pasos dentro de la literatura: Huye sin mirar atrás de quien te contesta rápido. Y si miras atrás, que sea solo para lanzar una piel de plátano a los pies de tus perseguidores a ver si resbalan. No te diré que siempre sea así, puede que tengas entre manos una obra maestra en la que un editor honesto realmente confía a primera vista y se da prisa para no dejarla escapar. Pero no nos podemos engañar, si no tienes la suficiente experiencia o fama dentro del mundo editorial, lo más seguro es que esa contestación recibida a los tres días de enviar tu manuscrito diciéndote que es poco menos que un próximo premio Nobel oculte oscuras intenciones.

Las oscuras intenciones no suelen ser oscuras en un sentido que atente contra tu integridad física, pero sin duda atentarán contra la integridad de tu trabajo. Existen un buen puñado de empresas (no se les puede llamar editoriales) dentro del mundo literario que sobreviven en base a camelar a escritores. Los modos de operar de esta gente suelen ser esencialmente dos:

1- Contestan al envío de manuscrito con una velocidad digna de Usain Bolt, pocos días después de recibirlo, hablando maravillas de la historia y poniendo por las nubes algunos detalles del argumento para hacer ver que realmente se lo leyeron. Te aseguran con vehemencia que son una editorial tradicional, incluso dándose golpecitos en el pecho con orgullo, y te publicarán sin que pongas ni un duro. El problema está en que:

  • La velocidad en la respuesta busca que otras empresas con su misma estrategia no aparezca antes para quitarles la presa, no por un enamoramiento a primera vista con la obra.
  • Poner la historia por las nubes busca que el autor caiga en la autocomplacencia que toda persona tiene respecto a su obra. Si te dicen que algo que hiciste es grandioso, probablemente lo aceptes sin pensártelo dos veces y estarás más dispuesto a aceptar lo que la otra persona te quiere proponer. Los humanos siempre tenemos predisposición a creer que los halagos son reales, aunque busquen que caigamos en una trampa.
  • En realidad no se leyeron bien la obra. Pagan cuatro duros a gente por echar un ojo rápido a los manuscritos y crear una ficha de lectura grandilocuente con la norma de que siempre diga cosas buenas. 
  • Hacen todo esto porque la base de su negocio es publicar a granel, publican libros sin importar la calidad ni la persona a la que publican, dedicando una inversión mínima (no hay corrección, el diseño de la portada sale de retocar ligeramente imágenes de stock y el apoyo al autor tras la publicación es nulo). Basan su modelo de negocio en imprimir unos cuantos libros gastando lo mínimo y confiando en el hecho que casi siempre se cumple de que los familiares y amigos del autor compran sí o sí los libros. De ese modo, cubren los gastos y se sacan un pellizco más. Si suena la flauta y el libro se vende bien, mejor para ellos, pero por lo general lo único que ocurre es que el escritor publica algo ilegible y ve muy afectada su credibilidad artística.

 2- La otra modalidad clásica es la editorial de autopublicación o coedición encubierta. En este caso también responden rápido, aunque quizás no tanto como en el caso anterior porque en algunos sitios sí que tienen unos mínimos de calidad establecidos (que casi siempre son muy poco exigentes). El truco del asunto está en que de alguna manera te intentarán vender como algo bueno que sufragues parte de la edición. Con frecuencia te dirán que son una editorial seria pero que por contrato hacen que el autor adquiera un número de ejemplares (50, 100... Es decir, un buen dinero que en muchos casos sufraga por completo el coste de una edición cutre). Siempre lo aderezan con un mensaje que busca hacer que el autor crea que suena razonable, por ejemplo dirán que buscan hacer que el escritor se comprometa más con la promoción de la obra. Pero la desagradable verdad es que simplemente quieren que el autor pague los costes de editarlo, o al menos una parte de ellos. Si el libro vende cero ejemplares, da igual porque el costo lo asumió el artista. Si se vende bien, se llevarán puros beneficios.

El mundo de la escritura, como puedes ver, está lleno de horrores. Es bonito, pero también tiene mucha basura que tirar. No dudes de que en todos los mundos en los que hay gente con ilusión también hay gente dispuesta a aprovecharse de ella. Y un escritor que acaba de terminar su primera novela creyendo que es una obra maestra que va a triunfar en el mercado es un caramelo para esta gente que solo tiene escrúpulos cuando se encuentra un pelo rizado en la sopa. Editar con una editorial de verdad no cuesta dinero al autor, ningún editor serio te pedirá nada más que tu manuscrito y voluntad de trabajar para mejorarlo, así que escapa de quien te envía su número de cuenta cuando te responde afirmativamente a una propuesta editorial. Escribir, al menos hasta que consigues dar la campanada si es que algún día lo consigues, es ya de por sí una actividad muy deficitaria para las arcas del que la practica, no añadas más gastos innecesarios. 

Querer publicar cuanto antes y a cualquier precio es siempre una mala idea, y las editoriales que buscan lucrarse mediante el engaño se aprovechan de eso. Si tu manuscrito no obtuvo el interés de nadie, ten calma. Quizás la historia no era lo suficientemente buena o quizás no tuviste la suerte de dar con la gente adecuada todavía. Si lo que quieres es escribir, continúa, empieza otra historia y sigue aprendiendo. En algún momento llegará tu oportunidad y quizás también la oportunidad de esa obra que dejaste en un cajón. Es posible que incluso con el paso del tiempo la releas y entiendas que era una novela inmadura que necesita trabajo para conseguir que sea publicable incluso aunque la historia de fondo fuese buena. 

Tienes que aprender a asumir eso, que tu trabajo pudo no haber sido bueno en fondo o en forma, y si asumes eso estarás bastante a salvo de este tipo de editoriales. Y esto te lo digo porque a mí también me pasó, también escribí una primera obra que pensaba que era mucho mejor de lo que vi que era tiempo después, cuando la releí con algo más de experiencia y vi que la historia era buena, pero la forma de contarla no. Cuando la envié por primera vez, estuve a punto de caer en un engaño de una editorial que cumplía las características del primer ejemplo que comenté, y tuve la suerte de que llegó un momento en el que me chirrió y supe decir que no. Eso permitió que tiempo después pudiera reescribir la historia y darle forma de una manera con la que ya sí estaba satisfecho. Si hubiese publicado por impulso y con prisas habría tirado a la basura todo el trabajo, anulando una obra con potencial solo para darle unos pocos euros a unos parásitos editoriales. Ten sangre fría y duda de los halagos, siempre.

AXIOMA 3:

"En el mundo editorial, las prisas siempre son malas consejeras. A no ser que seas un autor superventas, las editoriales de verdad no van a contestar al envío de tus manuscritos a los pocos días de enviárselos. Ni siquiera en el caso de que hayas escrito algo realmente bueno, ya que incluso en ese caso con el volumen de correos que reciben tardan su tiempo en poder llegar al punto de la cola en el que estará tu obra. Desconfía siempre de quien te responda rápido, sobre todo cuando notas que te quieren meter prisa. Y escapa al momento si te quieren hacer pagar dinero por publicarte"

Rubén Pedreira

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