La Lingua Ignota de Hildegard de Bingen: Un idioma artificial en plena Edad Media

Alfabeto de la Lingua Ignota (con cada letra equivalente encima) según aparece en el Riesenkodex

Hildegarda de Bingen (1098–1179), fue una abadesa benedictina alemana. Escritora, compositora y polímata, se convirtió en una de las figuras más fascinantes del siglo XII gracias a las múltiples ramas del conocimiento que cultivó. Es popular por sus obras teológicas y musicales, pero también por haber creado una lengua artificial pionera y rodeada de misterio. Conocido popularmente como Lingua Ignota, este idioma genera estudio y debate desde hace siglos.

La Lingua Ignota que llegó hasta nosotros consiste en un diccionario de unas mil palabras (probablemente incompleto) inventadas por Hildegard, con un alfabeto propio cuyas letras se denominan Ignotae Litterae. A diferencia de sus escritos más característicos, que a menudo se centran en temas espirituales y teológicos, la mayoría de las palabras de esta lengua nombran cosas cotidianas que rodeaban a Hildegard. La lista incluye numerosas partes del cuerpo, ropa, oficios... Es notable también la gran variedad de armas y palabras para referirse a personas de mala vida como charlatanes, fornicadores o borrachos.

Detalle de la partitura de la antífona O Orzchis Ecclesia, en la que aparece la única frase conocida de la que se tiene registro en la que se usa la Lingua Ignota a nivel escrito. Son cuatro palabras de su diccionario dentro de un texto por lo demás en latín

La forma más completa del diccionario de la Lingua Ignota se encuentra en el Riesenkodex, un códice atribuido a Hildegarda y custodiado en Wiesbaden. También existe un manuscrito no atribuido a ella (seguramente una copia de sus escritos) conservado en Berlín y que contiene apuntes sobre esta lengua, pero el Riesenkodex es más extenso y parece ser una versión anterior firmado por la misma Hildegarda. El manuscrito de Berlín presenta algunas diferencias y glosas añadidas.

Posibles intenciones de la Lingua Ignota

La existencia de esta lista de palabras que no parecen beber de un origen conocido fue desconcertante desde su descubrimiento, y es natural preguntarse cuál era el propósito de Hildegarda al crear todo esto. En el siglo XX surgieron incluso estudiosos cuestionando si la Lingua Ignota realmente era una invención de la abadesa, pues su contenido rayando lo obsceno en algunos casos no parecía algo esperable en una personalidad religiosa. Sin embargo, estudios recientes parecen confirmar no solo su autoría, sino también la autorización de la divulgación del glosario por parte de Hildegarda. Esta confirmación se basa en referencias dentro de su biografía, cartas a gente de su entorno o incluso la aparición de palabras desconocidas y fonéticamente muy similares en estilo en su antífona O Orzchis Ecclesia. Entre las posibles razones para su invención, los expertos enumeran algunas como estas:

  • ¿Un código secreto?: Una de las hipótesis más obvias se basa en considerar que buscaba un lenguaje secreto o incluso un código místico para relacionarse con las monjas de su convento. Sin embargo, no existen pruebas de que enseñara este diccionario de palabras a sus compañeras, y el hecho de que hiciese pública la existencia de la lengua, incluso mencionándola en una carta al Papa, hace recelar de esta posibilidad.
  • ¿Glosolalia?: Se define como glosolalia a ese hablar errático y con palabras inventadas propio del habla infantil y también de algunos estados de trance. Otra teoría asocia esta lengua a dicho fenómeno, viéndola como un cúmulo de vocalizaciones espontáneas dentro de visiones místicas o estados alterados. No obstante, hay expertos que tienden a rechazar esta hipótesis porque la glosolalia carece de estructura coherente, mientras que la Lingua Ignota es una lista organizada de sustantivos con traducciones correspondientes. 
  • ¿Un intento de crear una lengua ideal y universal?: Algunas teorías apuntan a que sería una búsqueda de un idioma perfeccionado, que corrigiera el error cometido por la sociedad en el mito de la Torre de Babel que según la tradición llevó a que las distintas culturas humanas se comunicaran de diferente manera. Sería por tanto una lengua que empezó a desarrollar con la intención de que algún día se estableciese como global, quedando el proyecto incompleto.
  • ¿Arte o juego?:  Otras teorías, quizás las más aceptadas, la ven como un proyecto creativo, de la misma manera que existen lenguas artificiales creadas a día de hoy por motivos artísticos (sea el mundo de Tolkien un ejemplo de ello). Algunas palabras inventadas tienen una calidad armónica destacable, lo que también enlazaría con una posible búsqueda de una vía de creación musical. 
Existen diversas teorías, pero lo cierto es que ni se sabe con certeza por qué fue creado ni tampoco quién lo conocía y dominaba, además de su creadora. Lo único que podemos tener claro es que es un hecho pionero y sorprendente que de manera bastante probable seguirá llenando tiempo de estudio y de hipótesis, pero que quizás se quede para siempre como un misterio sin resolver.

[1] Higley, Sarah L. Hildegard of Bingen’s Unknown Language: An Edition, Translation, and Discussion. Palgrave Macmillan, 2007.

Rubén Pedreira

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