Neptuno de Melenara

En la playa de Melenara, en el municipio grancanario de Telde, emerge una poderosa figura que destaca en el horizonte cuando miramos hacia su orilla. Sobre un montículo de piedra volcánica, una representación del dios Neptuno mira hacia la costa con su cuerpo de bronce venciendo a la fuerza del mar.

Esta imponente escultura, cuyo nombre oficial es "Neptuno saliendo del mar", fue diseñada por el artista canario Luis Arencibia. Nacido y criado en Telde, el escultor mostró una tendencia a centrar su obra en inspiraciones fantásticas y mitológicas. En el caso de esta obra, la concibió viviendo en Madrid mientras evocaba los recuerdos de la playa en la que pasó su infancia.

¿Sabías que?

Aunque Neptuno es uno de los dioses olímpicos, su residencia habitual en la mitología no era el famoso Monte Olimpo con los demás dioses, sino que solía habitar en un palacio de oro situado en las profundidades del océano

La escultura tiene 4,20 metros de altura y representa una figura masculina con una corona en la cabeza y con su anatomía cubierta tan solo por una concha y una estrella estratégicamente colocadas. Sostiene un tridente de más de 5 metros y genera una presencia casi intimidante cuando el mar está agitado. Neptuno, nombre romano de Poseidón, era el dios del mar y, en su equivalencia griega, uno de los doce dioses del Olimpo. Era conocido por su carácter irritable y por su tendencia a desatar desastres naturales que arrasaban las ciudades que lo enfadaban. En esta versión, el rostro del dios y su postura escapan de esa típica representación del dios iracundo. Se encuentra de pie, vigilante pero relajado, y montada sobre el montículo hasta el que el escultor solía nadar en su infancia. 

La escultura siendo golpeada por la marea

Desde su inauguración el 1 de septiembre de 2001, la estatua no estuvo exenta de preocupaciones y revuelos. Su instalación generó división de opiniones, pues hay quien comentó en su día que la figura no tiene mucho que ver con la cultura local y que despersonaliza la costa canaria, aunque con el paso del tiempo se convirtió en un símbolo del paisaje de Melenara. El paso del tiempo provocó también problemas, pues las actividades de los bañistas que se acercan y las fuertes mareas generaron desperfectos importantes en estas dos décadas. En 2010 llegó a perder un brazo y el tridente temporalmente, hasta que fue reparada y reforzada tiempo más tarde.

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