Hermann Hesse - Demian

 


Mientras leía este libro tuve la impresión de que había algo en él que no me cuadraba. Tiene buenas reflexiones y momentos interesantes, empapados de ese correcto tono formal típico de Hesse que aporta a los personajes una capa de madurez sobria que hace que los que tienen quince años parezcan tener cuarenta, los de cuarenta parezcan tener setenta y los de setenta parezcan momias egipcias. Es un buen libro, pero algo tiene ahí que me impidió verlo como obra maestra.

Creo que lo que no cuadra puede tener algo que ver precisamente con la edad aparentada por los protagonistas, no me llego a creer su grado de madurez en algunas situaciones. El propio autor se excusa sobre esto, en una de las angustias existenciales del todavía infantil personaje principal, diciendo algo tipo: “Quien no se crea que un niño puede tener  inquietudes como estas es que no recuerda nada de cuando era niño”. Es posible que yo tenga mala memoria, Hermann, pero esa excusa no pedida pinta a que a ti tampoco te convencía mucho meter semejantes turras en el discurso de un chaval de diez años.

Ya digo, leer disquisiciones metafísicas y discusiones verdaderamente maduras sobre el mito de Caín y Abel en el recreo del colegio me quita un poco del hilo. Es posible que sea por haber sido yo un chaval de conversación bastante simple en su día, pero estar presenciando un debate sobre la esencia del yo entre dos críos y pensar “ese niño me está abriendo puertas del pensamiento existencialista que parecían ni siquiera existir previamente” me da algo de miedo.  Aun así, Demian es un buen libro y Hesse es un escritor de muy recomendable lectura, porque ayuda a pensar de manera crítica e independiente.

Demian es la historia de un chaval algo peculiar (tan peculiar que es el protagonista pero ni siquiera da nombre al libro, Demian es un colega suyo al que también hay que echar de comer aparte) desde que se enfrenta al incierto momento en el que tiene que romper el cascarón y pasar al mundo adulto hasta sus primeros años de mayoría de edad, y que busca vivir de acuerdo con lo que él quiere y no acorde a los estándares del mundo. ¿Lo consigue? Eso ya no lo digo, porque es spoiler.

Rubén Pedreira

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