El
título de este libro me cabreó un poco. No solo genera falsas
expectativas, ya que en toda la novela no aparece ni un solo cartero,
sino que está terriblemente obsoleto. En estos tiempos el cartero llama
una vez como mucho, y si a los dos segundos no te dio tiempo a abrir te
llega un SMS diciendo que no se pudo entregar el paquete y que vayas a
la central a recogerlo si quieres.
A falta de carteros, lo que sí
tenemos aquí es un vagabundo llamado Frank que un día cualquiera entra a
comer a un restaurante de carretera en mitad de la nada. Allí se
encuentra de camarera a Cora, una mujer casada con un griego que da pena
verlo de lo gordo, feo y viejo que está. Cora, que es mucho más joven
que su marido y tiene su público, está bastante asqueada de su vida
conyugal y el detalle no pasa desapercibido para Frank, que se las sabe
todas y saca toda la artillería para aprovechar la situación y darse una
alegría.
Frank le pilla el gusto al local y lía al griego, que
es el dueño, para que le permita trabajar allí. Con Cora totalmente
conquistada y dispuesta a hacer cualquier locura por semejante
gentleman, Frank comenta que matar al marido haciendo que parezca un
accidente para que ella herede su local y su dinero es un plan bastante
interesante. Cora es de esas personas que cuando se enamora de un
vagabundo que acaba de conocer da todo lo que tiene en su corazón, así
que ni se lo piensa y dice que sí, que le cunde.
Las cosas, no
obstante, no van según lo esperado. El plan inicial de pegarle al pobre
hombre un castañazo en el baño y decir que se resbaló en la ducha
termina siendo un fracaso estrepitoso, aunque en el intento el viejo se
lleva un golpe considerable que le deja la memoria tocada y cuando
vuelve en sí no se acuerda del descarado intento de homicidio. Teniendo
otro intento gratis gracias a esa amnesia, los otros dos no se van a dar
por vencidos tan fácilmente y no pretenden parar hasta conseguir lo que
quieren.
Por otro lado, esa ‘Edición Especial’ que aparece en la
portada me hacía esperar grandes sorpresas, pero es un libro normal. No
tiene coloreables, ni fotos en HD ni entrevistas con carteros sobre
cuantas veces les gusta llamar.
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