El Manuscrito Voynich, un enigma aparentemente indescifrable

Uno de los documentos más inescrutables de la historia de la humanidad es, sin duda, el llamado Manuscrito Voynich. Se trata de un documento cuyos orígenes (según pruebas de carbono 14) se hallarían en el siglo XV y que presenta múltiples representaciones gráficas de plantas fantásticas incomparables a cualquiera existente en la Tierra, figuras humanas o incluso calendarios astronómicos. No obstante, no son sólo los dibujos que contiene lo que hace de esta obra un enigma, sino que lo más increíble está en sus escrituras: presenta un idioma totalmente desconocido hasta la fecha, llamado voynichés, y todos los intentos de descifrarlo fueron infructuosos.

Una de las ilustraciones del libro rodeada del enigmático lenguaje. Este dibujo pertenece a una sección específica del manuscrito en la que abundan representaciones de mujeres desnudas bañándose en un fluido desconocido


El libro debe su nombre a Wilfrid Voynich, bibliófilo lituano que lo adquirió a principios del siglo XX, y presenta imágenes de humanos con rasgos europeos, con lo que podría acotarse su origen a este territorio. No obstante, poco más se sabe sobre su significado y cometido, pues si bien los dibujos parecen poder asociarse a algún tipo de tratado medicinal, no existen evidencias que permitan apuntar exclusivamente en esa dirección.

Algunas de las representaciones astronómicas presentes en el manuscrito


Por otro lado, aunque durante un tiempo existieron teorías que apuntaban a que el lenguaje mostrado en sus páginas era totalmente inventado y aleatorio, lo cierto es que los estudios demuestran que el curioso idioma cumple la denominada Ley de Zipf, que dictamina que en las mayorías de lenguas conocidas la palabra más repetida se utiliza aproximadamente el doble de veces que la segunda, tres veces más que la tercera y así sucesivamente.

Uno de los mayores enigmas del códice son los dibujos de plantas fantásticas y totalmente desconocidas


En total, la obra cuenta de 116 hojas con inscripciones por ambas caras, lo que forma un conjunto de 232 páginas que hasta hoy permanecen indescifrables a pesar de ser objeto de estudio por algunos de los más importantes criptógrafos de los últimos siglos. Ni siquiera los más modernos ordenadores consiguieron progresos significativos en este misterio, a pesar de que a principios de 2018 algunos medios publicaron que una inteligencia artificial había sido por fin capaz de descifrar el ininteligible voynichés. La realidad del caso fue, finalmente, que las frases que había arrojado esta inteligencia no tenían sentido real, con lo que la impenetrabilidad del lenguaje (que muchos expertos creen que es un código criptográfico basado en un lenguaje desconocido) continúa siendo una realidad que permanece en la sección de manuscritos y libros raros de la biblioteca de la Universidad de Yale a la espera de ser descifrada.

Rubén Pedreira

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