Anecdotario de la ciencia: El futuro choque entre la Vía Láctea y Andrómeda

 
La colisión de las dos galaxias, en una recreación por ordenador desarrollada por la NASA

La Vía Láctea (en la cuál se encuentra nuestro Sistema Solar) y Andrómeda son las dos galaxias más grandes del Grupo Local, un conjunto de unas 50 galaxias que se encuentran en nuestro vecindario cósmico. Ambas galaxias se atraen mutuamente por la fuerza de la gravedad y se acercan a una velocidad de unos 100 kilómetros por segundo.

Se estima que dentro de unos 4500 millones de años, este acercamiento empezará a provocar que las dos galaxias comiencen a interactuar de forma visible, distorsionando sus formas espirales y generando intensas oleadas de formación estelar. El choque durará unos 1000 millones de años más, hasta que finalmente se fusionen en una sola galaxia elíptica o lenticular, que algunos se atreven a bautizar ya como Lactómeda o Milkomeda a pesar de que aún hay tiempo de sobra para pensar nombres mejores antes de que nazca el bebé.

A pesar de todo, la colisión entre la Vía Láctea y Andrómeda podría haber comenzado ya a nivel de sus halos, las envolturas de gas y materia oscura que rodean a las galaxias. Según observaciones del telescopio espacial Hubble, el halo de Andrómeda se extiende hasta 2 millones de años luz en algunas direcciones, lo que significa que ya estaría tocando el halo de la Vía Láctea, que se calcula que tiene un radio de 1,9 millones de años luz. Estos halos podrían contener pistas sobre la evolución pasada y futura de las galaxias .

Rubén Pedreira

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