La máquina del tiempo

Hay lugares que son máquinas del tiempo ajenas a las leyes de la física. Lugares que no tienen ningún mecanismo especial en ellos, que simplemente existen, pero que nos conectan de inmediato a momentos que no son de hoy. Las máquinas son impredecibles y pueden aparecer en gran variedad de localizaciones, pues el mecanismo no está en ellas, sino en el cerebro del viajero.

Escribo bastante sobre la influencia de los lugares en el recuerdo y la influencia del recuerdo en los lugares, porque es relevante. Cuando pasa el tiempo, tu ciudad se convierte en un cúmulo de escenarios en los que se representó tu vida. Cada calle tuvo sus escenas y cada escena tuvo su calado en el público, un público de un solo espectador. Por ello todo el mundo tiene sus decorados preferidos, sus lugares dignos de viaje.

Son sitios que al ser pisados nos proyectan de inmediato su trozo de película y, en su calidad de máquinas del tiempo, te recuerdan lo importante del presente. En ese presente, al que vuelves de inmediato tras el breve flashback, te preguntas: ¿Qué me transmitirá esta escena cuando se añada a la película en el futuro? Y quieres pensar que contribuirá a la magia del lugar, pero nunca lo sabes. Porque la máquina que viaja por el presente no es la misma que te lleva al pasado. Esa máquina solo se inventó para darte la oportunidadad de que sea agradable utilizar las que se esconden en tus escenarios.

Rubén Pedreira

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