"El espíritu humano siente repugnancia a aceptarse de las
manos del azar, a no ser más que el producto pasajero de posibilidades
que no están presididas por ningún dios, y sobre todo por él mismo. Una
parte de cada vida, y aún de cada vida insignificante, transcurre en
buscar las razones de ser, los puntos de partida, las fuentes."
No
creo que haya existido mucha gente que supiera escribir mejor de lo que
escribía Marguerite Yourcenar. Y en el siglo XX no existen muchas obras
más completas que Memorias de Adriano.
No tengo gran tendencia a
la literatura de género. Hay novelas de ciencia ficción que me gustan o
novelas policíacas que me gustan, pero lo que realmente suelo leer es
la literatura en la que lo más importante pasa dentro de los personajes,
no fuera. En ese aspecto, este libro tiene poca competencia.
No
es fácil que un personaje resulte convincente cuando un autor intenta
crearlo entrando demasiado en sus pensamientos, pero Memorias de Adriano
lo consigue y eso es lo que le da valor. No es una novela histórica, es
una novela sobre cómo podría haber visto su historia un personaje
histórico. Una visión casi hagiográfica, como corresponde a la noción de
sí mismo que se espera en todo emperador romano, que se hace
consistente en todo momento.
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