Alexandre Dumas - El conde de Montecristo

 


Cuando empecé a leer las 1168 páginas de este libro tenía la convicción de que me iba a llevar meses y también el temor de que fuese un ladrillazo de proporciones bíblicas, pues con las novelas kilométricas siempre mercadeas con tu tiempo con cierto recelo. Por suerte, estaba equivocado y no solo me lo leí en un tiempo bastante competitivo, sino que incluso me quedé con ganas de que saquen algún spin-off.

Con El conde de Montecristo me encontré uno de los libros de aventuras más completos que leí nunca, lo tiene todo. Una historia trabajada, coherente y que genera la necesidad de seguir leyendo. Sabes que esas tres personas que traicionaron al protagonista en su juventud y lo llevaron injustamente a la cárcel van a acabar sufriendo las consecuencias veinticuatro años después, cuando Edmundo Dantès se tome la justicia por su mano, pero el proceso de narrarlo es adictivo y con un dinamismo que los libros de más de mil páginas no suelen tener.

Quizás algo que chirría un poco es que el protagonista tire de disfraces, haciéndose pasar por diversos personajes mientras vive infiltrado entre enemigos, y que nadie reconozca que es la misma persona con la que estuvieron tomando un Bitter Kas el día anterior. Pero pensemos también que uno de los personajes de ficción más famosos de la historia es un alienígena del planeta Kripton que parece más humano que tu primo Antonio y que con quitarse las gafas, soltarse un rizo por la frente y ponerse unas mallas con capa consigue que nadie lo reconozca mientras salva al mundo. Teniendo eso en cuenta creo que podemos darle a Dumas el privilegio de aceptar que el vengador Edmundo Dantès era un maestro del disfraz y un genio de los cambios de voz. El Mortadelo primigenio.

Al terminar la novela te duele el brazo de llevar semanas cargando con un libro de cuarenta y siete kilos de peso, pero quieres más. Te gustaría que apareciese un personaje desconocido con el que no contabas, para que el narrador explique que es otro traidor del que todavía no se había hablado por lo que sea y tener así un par de capítulos más con Edmundo buscando la manera de pegarle un par de terapéuticas cuchilladas de venganza.

Rubén Pedreira

No hay comentarios:

Publicar un comentario