El tema del
dormir siempre me generó bastante interés. Dormir como actividad
cotidiana no me gusta demasiado porque te priva de hacer cosas pero, al
ser un fenómeno que no aparenta lógica alguna, tiene su aquel intentar
entenderlo. ¿Cómo es posible que la evolución, un proceso con millones
de años de refinamiento, llevara a sus productos a necesitar algo tan
aparentemente absurdo como la obligación de quedarse inconscientes
durante unas cuantas horas al día? Algo tiene que haber ahí escondido
para que compense, y por ello cuando me crucé con esta obra de
divulgación me llamó la atención.
Leer este libro me aclaró esa
lógica por la que dormir es necesario. Matthew Walker, neurocientífico
inglés especializado en sueño, explica aquí todo lo que dormir hace por
nosotros, cómo funciona y cómo nos hacemos más idiotas, irracionales y
globalmente defectuosos cuando no dormimos bien. Quizás podamos vivir de
forma feliz siendo idiotas, irracionales y defectuosos, pero también
hay un traumático capítulo explicando que la falta de sueño nos hace
también más feos, y eso sí que resulta inadmisible.
La obra es
sorprendentemente didáctica y te hace valorar más el tiempo invertido en
el sueño. Pero también te hace indignarte, porque te reafirma en algo
que ya sospechabas: Que el mundo industrializado te está matando y
desmejorando obligándote a madrugar y a alterar tus ritmos para ser
productivo, sobre todo si eres de los de reloj biológico nocturno. Los
repelentes que madrugan y dicen que empezar a funcionar a las cinco de
la mañana es lo mejor que hay se hicieron con el control de los horarios
mundiales y nos están destrozando a los demás.
Al terminar esto
querrás dormir tus ocho horas diarias, aceptarás las siestas como algo
bonito, sabrás que tu hijo adolescente no es vago, simplemente está
genéticamente hecho para necesitar dormir cuando lo hace y que sus
horarios lectivos estimulan la aparición de enfermedades mentales graves
en su adultez. Querrás abolir el horario matinal temprano y los turnos
de noche. Y tendrás la sensación de que el autor está quizás un poco
obsesionado con el sueño, pero la información que da y la manera en la
que la da son una maravilla.
VALORACIÓN:
No hay comentarios:
Publicar un comentario