KIC 8462852, la estrella que hizo creer en los extraterrestres


A 1280 años luz de la Tierra existe una estrella que hace algunos años desconcertó a observadores de todo el mundo. A pesar de que se conoce desde 1890, KIC 8462852 saltó a la fama en 2015 cuando algunas particularidades inéditas hasta la fecha fueron descubiertas por un grupo de astrónomos liderados por Tabetha Boyajian, de la Universidad de Louisiana. Es como reconocimiento a ella que este cuerpo se conozca coloquialmente como Estrella de Tabby. En cuanto a su nomenclatura oficial, las siglas KIC se corresponden con las iniciales de Kepler Input Catalog (base de datos estelar basada en las observaciones del telescopio Kepler), siendo 8462852 el número de la estrella en dicho catálogo.

Situación de la estrella KIC 8462852 dentro de la constelación de Cygnus

Esta estrella está localizada en la constelación de Cygnus. Es un poco más grande que nuestro Sol (1,43 masas solares y 1,58 radios solares) y pertenece al tipo espectral F3V. Fue estudiada por el telescopio Kepler, que entró en servicio en 2009, en su misión de búsqueda de exoplanetas alrededor de estrellas que potencialmente pueden albergarlos. En el caso de la Estrella de Tabby no se encontró planeta alguno, pero sí que pudieron hallarse, tras el estudio de los datos arrojados de la observación directa, datos inexplicables a primera vista por las teorías manejadas.


Tabetha Boyajian en una presentación sobre la estrella que lleva su nombre

Las particularidades vistas en esta estrella eran relativas a su luminosidad, y es que los datos de Kepler arrojaban que existía algo que provocaba caídas bruscas y no periódicas del brillo que llegaba procedente de la estrella. Esta carencia de periodicidad era el principal meollo del problema, pues descartaba que fuese una cuestión debida a un planeta en órbita. Los planetas orbitan a sus estrellas con una periodicidad definida y no había manera de cuadrar los datos para que una presencia planetaria explicase el fenómeno. A continuación se enumeran las caídas anómalas en el brillo estelar detectadas por Kepler:

  • Marzo de 2011: caída del brillo de la estrella en un 15%
  • Febrero de 2013: caída del brillo de la estrella en un 22%
  • Abril de 2013: caída de un 8%
Estos datos resultarían extraños incluso aunque fuesen periódicos, pues un planeta del tamaño de Júpiter habría provocado una caída de solamente un 1%, cifra ínfima comparada con los datos recabados. Había algo que se escapaba al entendimiento de los científicos que estudiaban el fenómeno. Por si esto fuera poco, pudo verse también que el brillo máximo de la estrella había decrecido en un siglo más de un 20%, algo que tampoco es para nada común en una estrella de su rango espectral.

Caídas en la luminosidad observadas por Kepler


A partir de este extraña y a la vez apasionante situación, científicos y aficionados de todas partes del mundo empezaron a debatir y a apuntar sus telescopios a la estrella. Las teorías empezaron a formarse por todas partes: Algunos decían que todo aquel problema con la estrella era producido por discos protoplanetarios (discos de polvo a partir de los que se forman los planetas) a su alrededor. No obstante, esta teoría chirriaba, pues este tipo de formaciones son propias de estrellas jóvenes y los datos parecían evidenciar que nuestra estrella era ya adulta.

Discos protoplanetarios (representación artística)

Otras teorías decían que podía existir una gran nube de cometas orbitando de manera muy cercana a la estrella, pero los datos (no explicaba el oscurecimiento gradual de la estrella durante el pasado siglo) tampoco coincidían bien con eso. No parecía que las opciones más lógicas fueran a ofrecer explicaciones convincentes a corto plazo y en medio de este ambiente de incertidumbre y excitación simultáneas, apareció Jason Wright. Wright, astrónomo de la Universidad de Pennsylvania, no pudo evitar emitir la teoría con la que todo aficionado a la ciencia ficción soñaría y pronunció la palabra mágica: extraterrestres.

Según Wright, los datos eran compatibles con la presencia de superestructuras alienígenas dispuestas para aprovechar la energía de la estrella: Paneles solares gigantes, una esfera de Dyson a medio construir... posibilidades variadas y más divertidas que simples cometas o discos de polvo. No debe creerse que era una completa locura, realmente había compatibilidades teóricas con esta idea y durante un tiempo se vigiló la estrella en búsqueda de posibles señales raras para ver si se captaba alguna muestra de civilización en aquel remoto lugar. No obstante, los proyectos SETI (Búsqueda de Inteligencia Extra-Terrestre, por sus siglas en inglés) no dieron resultados que evidenciaran nada extraño en esa zona del espacio.

Esfera de Dyson : Estructura teórica desarrollada por el físico Freeman Dyson en los años 60 que rodearía completamente una estrella y permitiría utilizar eficientemente su energía
 
El tiempo pasaba sin que nadie encontrase explicación satisfactoria a estos datos, y las teorías posibles pero no probables se iban acumulando. Hubo quien dijo que en KIC 8462852 se formaban manchas estelares gigantescas, que había una nube de gas enorme delante de ella interfiriendo con su luz y una sucesión innumerable de muchas otras posibilidades, pero nada de esto encajaba de manera natural en las teorías conocidas y tantas veces probadas como válidas.

En cualquier caso, los estudios sobre el fenómeno fueron constantes, y en enero de 2018 un nutrido grupo de observadores (con Tabetha Boyajian a la cabeza) publicaron un paper en la que se arrojaban las primeras certezas sobre estos 2 años de investigación con malas noticias para los amantes de las teorías alienígenas. Entre las conclusiones más significativas estaba la de prácticamente despedirse de la posibilidad de una megaestructura artificial: El estudio, que se centraba en tres longitudes de onda diferentes, demostraba que los mínimos de brillo alcanzados por el objeto que tapaba la estrella dependían del color de la luz emitida por la misma. Lo que tapa el brillo de la estrella interacciona diferentemente con cada color del espectro. 

Dependencia de las caídas de luminosidad con la longitud de onda de la luz

 
¿Por qué impide este resultado la presencia de una megaestructura? Simplemente porque esta sería opaca y bloquearía la luz totalmente, no dejaría pasar nada sin depender del color. Taparía absolutamente toda la luz, sin interferir con ella de manera selectiva como se vio que pasa en realidad Se especuló con que partículas finas de polvo que absorbieran luz de determinado color en mayor medida que otros serían una explicación a este fenómeno, pero ahí está la clave, pues sólo explicarían este aspecto satisfactoriamente y no los otros ya expuestos. El camino sigue sin tener una salida del todo clara y todo descubrimiento conlleva nuevas preguntas sin respuesta.

En resumen, a día de hoy parece que las teorías acerca de una civilización alienígena realizando algún tipo de proyecto en las inmediaciones de esta estrella son pura fantasía, pero se sigue sin tener ideas claras sobre lo que puede pasar realmente allí. La teoría preferida en la actualidad es la de un grupo nutrido de cometas en órbitas elípticas (que explicarían la periodicidad variable del tapado de la estrella) emitiendo gran cantidad de polvo en su punto más cercano a la estrella (explicaría en cierta medida la dependencia con el color y el oscurecimiento general de la estrella). Quedará esperar a nuevas investigaciones que sigan arrojando luz a un enigma sin respuesta clara pero de gran interés astronómico.

Rubén Pedreira

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